Javier Pagonabarraga, neurólogo: "A veces no se da al Párkinson la importancia que tiene en cuanto a la discapacidad que genera"

  • El Dr. Javier Pagonabarraga Mora es coordinador nacional del Grupo Español de Estudio de los Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.
El Dr. Javier Pagonabarraga Mora, coordinador nacional del Grupo Español de Estudio de los Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.
El Dr. Javier Pagonabarraga Mora, coordinador nacional del Grupo Español de Estudio de los Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.
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El Dr. Javier Pagonabarraga Mora, coordinador nacional del Grupo Español de Estudio de los Trastornos del Movimiento de la Sociedad Española de Neurología.

Según datos de 2021, el número de personas con la enfermedad de Parkinson en España es 160.000, cuatro veces más que una década antes. Una mayor esperanza de vida de la población en general y de los enfermos de Párkinson en particular, así como un mayor acierto en el diagnóstico, están detrás de esta multiplicación de los casos.

Dr. Javier Pagonabarraga Mora, coordinador nacional del Grupo Español de Estudio de los Trastornos del Movimiento de la SEN Sociedad Española de Neurología, recientemente premiado por esta entidad por sus investigaciones en torno a esta enfermedad, nos explica por qué a pesar de su prevalencia, el Párkinson sigue siendo una gran desconocida. 

Enhorabuena por el premio que ha recibido recientemente de la SEN. ¿Cómo recibió el galardón?No me lo esperaba, la verdad. Yo he colaborado mucho con el grupo español de trastornos del movimiento, este galardón te lo dan un poco por la trayectoria científica, y es verdad que en nuestro grupo nos hemos especializado bastante en intentar buscar las bases neurobiológicas de los trastornos cognitivos y más conductuales o psiquiátricos de estas enfermedades, que a veces había quedan un poco olvidados. 
Me hace ilusión que mis compañeros reconozcan un área específica de conocimiento que tiene tanto impacto en la vida de los pacientes y que además sirve también para conocer, no sólo estas enfermedades sino también cómo funciona el cerebro de estos pacientes. 

Su especialidad son los trastornos del movimiento, concretamente el Parkinson, una enfermedad neurodegenerativa que mucha gente asocia a los temblores, pero que es mucho más…Sí, sobre el Parkinson creo que hay dos cosas que habría que destacar. Primero, que es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después del Alzhéimer, y eso es importante porque a veces queda un poco escondida. Y el segundo, que es una enfermedad neurodegenerativa que, como dices, no sólo provoca temblores y lentitud de movimiento, y es algo sobre lo que aún tenemos que hacer mucha divulgación. Al asociar mucho la enfermedad con el temblor, a veces no se le da la importancia que tiene en cuanto al impacto y la discapacidad que genera. 

¿Cuáles son esos síntomas desconocidos del Parkinson y que generan discapacidad?La discapacidad que provoca el Parkinson no está sólo ocasionada por síntomas motores, sino por todos esos síntomas menos visibles, como los trastornos del estado de ánimo (depresión, apatía…), el deterioro cognitivo con demencia e incluso alucinaciones y psicosis. Cuando tenemos que atender a alguien con enfermedad de Parkinson, es muy importante saber que su vida va a verse alternada en su capacidad diaria por todos estos síntomas. 
Además, al ser degenerativa, en lugar de quedarse estática, sigue un proceso de dispersión y de extensión por el cerebro. Primero empieza afectando a circuitos que regulan la movilidad y el estado de ánimo, y según la enfermedad se va extendiendo por el cerebro, afecta a los circuitos y a las áreas cerebrales implicadas en las funciones cognitivas superiores y a los circuitos y las áreas cerebrales implicadas en el desarrollo de alucinaciones y de delirios. 

Al asociar mucho la enfermedad con el temblor, no se le da la importancia que tiene en cuanto al impacto y la discapacidad que genera

¿El Párkinson es cada vez más prevalente o simplemente se diagnostica mejor?Las dos cosas. Por un lado, es más prevalente porque la población envejece y es común a partir de los 65 años y, por otro, porque se diagnostica mejor gracias al conocimiento de los síntomas que antes se asociaban a demencias y que lo que escondían eran casos de Párkinson que pasaban desapercibidos. Lo mismo ha pasado, por ejemplo, con la demencia frontotemporal. Cuando yo empecé hace 20 años apenas había casos y ahora hay muchos, pero no porque haya más, sino porque se les ponía el diagnóstico de Alzhéimer.
En los últimos años hemos aprendido a distinguir cada una de estas demencias (Párkinson, demencia frontotemporal, Alzhéimer y demencia por cuerpo de Lewy) porque sabemos identificar las proteínas o las alteraciones moleculares que provocan cada una de estas enfermedades. 

¿Y de conocer la causa de estas enfermedades, estamos cerca?La causa del Parkinson todavía no se conoce, y esto es común a todas las demencias, porque, a pesar que conocemos estas alternaciones o proteínas, no sabemos la causa de que las neuronas empiecen a morir y lo hagan de una manera determinada. 

El Parkinson se manifiesta sobre todo a partir de los 65 años, pero también aparece incluso en menores de 45. ¿Se sabe de qué depende que aparezca antes o después?Una cosa que sí sabemos es que en la aparición del Parkinson no influye ningún factor ambiental, ni siquiera en el de inicio temprano, sino que los casos de Parkinson de inicio más juvenil, antes de los 50 años, suelen tener una base genética importante. Este grupo de pacientes tienen una gran importancia científica, porque si conocemos los genes que influyen en la aparición temprana del Parkinson, esto nos puede dar pistas sobre el origen neuromolecular de la enfermedad.
En estos pacientes, se han encontrado alteraciones genéticas que hacen que los procesos de limpieza de las proteínas que se acumulan en las neuronas esté estropeado, y los sistemas de energía celular, las mitocondrias, también están dañadas… Así que pensamos que por ahí debe ir el origen de la enfermedad. 

Cuanto antes aparece, ¿mayor es la progresión, peor el pronóstico o más probabilidad de discapacidad?En el caso del Parkinson juvenil no es así, pues tiene un desarrollo más lento cuando aparece antes que cuando aparece en edades más avanzadas, aunque, por otro lado, tienes un trayecto vital mucho más largo. Por eso, cuando nos encontramos con uno de estos casos, tenemos que explicarles que, evidentemente, tendrán limitaciones funcionales, pero que tienen por delante años de evolución y con los fármacos que tenemos hoy en día, podemos ir controlando muchos de los síntomas. En cambio, cuando aparece con 75, tienen menos esperanza de vida, y, además, la enfermedad tiende a ir más rápido.
Además, en la gente joven, si los fármacos empiezan a fallar, desde hace varios años, en algunos pacientes en concreto, se puede hacer una operación cerebral con estimulación cerebral profunda. Se disponen unos electrodos en unas zonas determinadas del cerebro y una situación que antes era muy discapacitante, ahora se puede controlar. 

La triada torpeza, estado depresivo y lentitud de movimientos podría ser indicativo de Parkinson

¿Cuáles son los signos más comunes del Parkinson, lo que nos pueden dar la voz de alarma?En el Párkinson, las primeras zonas que se afectan son las que regulan el movimiento, por tanto, a lo que tenemos que estar alerta es a la aparición de temblores (que están presentes en 6 de cada 10 pacientes) y en una lentitud y torpeza progresiva de movimiento, que muchas veces es asimétrica… y todo ello acompañado muchas veces de un estado anímico depresivo. 
A lo mejor no es un estado depresivo mayor como puede suceder en la población general, pero muchas personas que, incluso meses antes de tener síntomas motores, notan que las cosas les emocionan menos que antes, se despiertan tristes, desganados, tienden a ver el futuro más negro… Cuando esto ocurre, deberían acudir a un médico, porque este triada (torpeza, estado depresivo y lentitud) podría ser indicativo de Parkinson. 

Con nuevos fármacos, se podrá prolongar la vida de los pacientes con Parkinson con menor discapacidad, que es lo que buscamos

¿Cuáles son las investigaciones más prometedoras, esperanzadoras en torno al Parkinson?A nivel de fármacos, a corto plazo, en breve vamos a disponer de una importante novedad, que son las bombas de levodopa subcutánea. Ahora mismo existen vía oral, lo que hace que su efecto sea fluctuante en sangre y en el cerebro. Con esas bombas, a los pacientes les entrará la dopamina de manera continua, y con esto se consigue controlar de manera más estable la enfermedad. Calculamos que esta novedad vendrá dentro de un año o año y medio.
A nivel de investigaciones de nuevos fármacos, hay varios estudios en marcha con la inmunoterapia, con anticuerpos que intentan limpiar las neuronas de estas proteínas perjudiciales, que en el caso del Parkinson es la alfa-sinucleína. Si fuéramos capaces de limpiar estas proteínas que generan daño en la neurona se cree que se podríamos cambiar el curso de la enfermedad, aunque aún no se ha conseguido diseñar ningún realmente eficaz.

¿Y a nivel quirúrgico?A nivel de cirugía, esta técnica de la que te hablaba está evolucionando mucho y cada vez somos más capaces de modular eléctricamente estos circuitos. Ahí creo que también habrá avances importantes. Al igual que en la lesión focalizada con ultrasonidos, una técnica que se ha desarrollado mucho en los últimos cinco años y que creo que será muy eficaz en los próximos años. Con la combinación de estas dos intervenciones, con ultrasonidos y otras con electrodos, y con todos estos avances en fármacos, se podrá prolongar la vida de los pacientes con Parkinson con menor discapacidad, que es lo que buscamos. 

¿Cuál diría que es, en la actualidad, el mayor reto que todavía tienen por delante estas enfermedades y los pacientes?Hay un reto muy importante, y es que para toda la esfera que hemos comentado antes de la demencia y las alucinaciones, no hay fármacos. No hemos sido capaces desde la ciencia de dar con dianas terapéuticas para mejorar estos síntomas. Ver, más allá de la dopamina, qué otras dianas terapéuticas podríamos desarrollar para evitar estos síntomas, que son muy discapacitantes, es uno de nuestros mayores retos ahora mismo. 

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